sábado, 7 de noviembre de 2009

REMOVIENDO BARRERAS PARA EL APRENDIZAJE

En el área de la Educación Especial, la remoción de barreras tiene que ser examinada bajo el aspecto de la accesibilidad, barreras arquitectónicas - e bajo el aspecto psicológico - barreras actitudinales.


Lo único que podemos decir es que las personas con discapacidad son personas con igual valor que todas las demás. Hay dudas respecto a la posibilidad de aprendizaje de los portadores de deficiencia y de su posibilidad de inserción en la vida social productiva, más la finalidad de la educación es lograr que los alumnos consigan una vida lo más independiente posible


Barreras para el aprendizaje son obstáculos que se imponen a los alumnos, creándoles dificultades para aprender. Inúmeros factores generan tales dificultades: algunos son intrínsecos a los alumnos e otros, tal vez la mayoría, externos a ellos.


Lo que se constata es que los obstáculos para el aprendizaje no son exclusividad de los alumnos con deficiencias visuales, auditivas, mentales, o de los que tienen parálisis cerebral, de los autistas, entre otros.


Barreras para el aprendizaje (temporarias o permanentes) hacen parte del cotidiano escolar de casi todos los alumnos, sean estos portadores de deficiencia, con altas habilidades o de los que decimos normales.


Ambos grupos (alumnos con deficiencia o no) enfrentan barreras, lo que no nos autoriza a rotularlos de alumnos-problema.


Remover barreras para el aprendizaje es pensar en todos los alumnos como seres en proceso de crecimiento y desarrollo, que vivencian el proceso de enseñanza-aprendizaje de manera diversa, sea por sus diferencias individuales, sea por sus intereses y motivaciones. Cualquier niño experimentará la experiencia de aprendizaje escolar como desagradable, como una verdadera barrera, si está desmotivada, si no encuentra sentido y significado a lo que le enseñan en la escuela.


Educadores que identifican a sí mismos como profesionales del aprendizaje consiguen transformar sus aulas en espacios motivadores, donde tanto ellos como los alumnos son cómplices de una aventura que es el aprender, el aprender a aprender y el aprender a pensar.


En cada aula los alumnos representan una fuente rica de experiencias, de inspiración, de desafío y de apoyo que si, es utilizada, puede contribuir con una inmensa energía adicional a las tareas y actividades realizadas. No en tanto, todo esto depende de la capacidad del profesor de aprovechar esa energía.


Tornar el aprendizaje interesante y útil es una de las formas de remover obstáculos. Para tanto, el profesor precisa conocer los intereses de sus alumnos, entrenando su capacidad de escuchar y crear, diariamente, un tiempo para esa capacidad de escuchar, que debe ser colectiva.


La creatividad del profesor sumada a su convicción de que el aprendizaje es posible para todos los alumnos y de que nadie puede establecer los límites al otro, ciertamente contribuirá para remover los obstáculos que tantos y tantos alumnos vienen enfrentado en su proceso de aprendizaje


.Para remover barreras para el aprendizaje es preciso sacudir las estructuras tradicionales sobre las cuales nuestra escuela está inmersa, las cuales estimulan e lculto por los rituales de transmisión, evaluación que implica reprobación..


La lógica de la transmisión debe ser substituida por una otra, preocupada con el aprendizaje y con todo lo que pueda dificultarlo. Le escuela es y siempre será un espacio de formación y ejercicio de la ciudadanía




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